En la actualidad, el trabajo consume mucho tiempo de la vida de las personas. Con las ventajas de la tecnología, es muy fácil estar conectado laboralmente todo el día, todos los días. El problema es que eso no es nada sano y nuestra salud puede verse afectada si no sabemos poner un límite entre el horario laboral y el tiempo que debemos tener de descanso.
Si bien es muy complicado hacer esa separación, es muy importante saber poner límites y aprender a respetarlos, porque el cuidado de la salud es individual y si bien, las empresas deben comprender que los horarios laborales deben ser respetados, en muchos casos eso no ocurre.
Hay casos de casos, y hay situaciones que pueden presentarse en los que es factible llevarse algo de trabajo a casa, un proyecto especial o alguna emergencia que se presente que se deba solventar fuera del horario. Pero, que eso sea parte de la estructura del trabajo es una muestra de que hay algo a nivel organizativo (tanto de la empresa, como del trabajador) que está fallando.
Una empresa organizada y que sabe gestionar el tiempo productivo, es una que no necesita que sus empleados trabajen fuera de las horas laborales en su tiempo de descanso, y que si llegase a presentarse el caso de que sea necesario que se trabaje fuera del horario, se trataría de casos aislados.
Que los empleados deban trabajar fuera de sus horarios laborales para alcanzar los objetivos planteados por la empresa, habla de un problema interno, que puede involucrar muchos factores como, por ejemplo: exceso de trabajo a cubrir por menos empleados de los que debería, un clima laboral negativo, falta de liderazgo, problemas salariales, entre muchas otras posibles razones. Todos estos elementos generan estrés en los empleados, y esto no es algo de lo que pueden deshacerse los trabajadores al culminar la jornada, porque realmente no termina.
Cuando un empleado sufre de estrés laboral, su salud puede verse afecta de las siguientes maneras:
- Psicológicamente: pueden aparecer alteraciones emocionales como elevación de los niveles de ansiedad, ira o tristeza, apatía, vergüenza, baja autoestima, etc. También se presentan alteraciones cognitivas o de pensamiento entre las que podemos encontrar: dificultad para concentrarse o tomar decisiones, despistes, sensación de tener la mente en blanco; y a su vez, suelen aparecer cambios en el comportamiento que pueden manifestarse con un incremento en el consumo de sustancias como cafeína, tabaco, etcétera. Estos síntomas de estrés a nivel psicológico pueden llegar a convertirse en patologías, dando lugar a trastornos psicológicos como ansiedad, depresión, problemas asociados al consumo de sustancias, etcétera.
- Biológicamente: se puede presentar un aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria, incremento de la tensión muscular, alteraciones en las pautas de sueño, y alteraciones digestivas, entre otras. Dependiendo de los órganos activados por el estrés y del tiempo que permanezcan activados, a este nivel pueden aparecer consecuencias negativas para la salud como la hipertensión arterial esencial, problemas digestivos, cefaleas, fatiga, dolores musculares, insomnio, etcétera.
- Socialmente: el ámbito al que primero afecta el estrés laboral es el propio trabajo, ya que quien lo padece se implica cada vez menos en el mismo y progresivamente lo manifiesta en forma de absentismo, bajo rendimiento, escasas o nulas relaciones laborales, y su actitud repercute de forma negativa en el clima organizacional. A su vez, fuera de las fronteras del trabajo, el estrés laboral también pasa factura al afectado, que disminuye sus relaciones sociales, familiares o de pareja, deteriorando la calidad de las mismas y dedicando menos tiempo a sus aficiones. Las consecuencias de estos síntomas prolongados en el tiempo son los problemas sociales, familiares o de pareja, así como las malas relaciones en el trabajo y un posible despido.
Ahora, hay que entender que, como mencionamos antes, un trabajador que está estresado y que tiene que disminuir sus horas de descanso para atender cuestiones laborales, es uno que se encuentra en un espiral de problemas, que pueden haber empezado en el trabajo y que se le suman las dificultades personales, así como también puede darse el caso contrario. Por lo que, el punto aquí es aprender a gestionar el tiempo que se le dedica al trabajo, de manera que se pueda romper el ciclo que mantiene al trabajador bajo altos niveles de estrés.
Si se llega al punto en el que un trabajador sufre de estos síntomas y la situación es insostenible, es fundamental buscar la ayuda de un profesional que pueda guiarle en el proceso de gestionar el estrés y a encontrar la forma de equilibrar la vida laboral y la personal, de una forma más sana. Muchas empresas cuentan con diferentes programas de ayuda al empleado en relación a la salud mental, pero en caso de no tener acceso a este tipo de atención, es importante que se busquen opciones por otra vías, pues de no trabajar en la resolución del problema, las consecuencias pueden ser muy negativas a largo plazo.
Gestión del tiempo laboral
Como ya hemos mencionado, en la actualidad es bastante complicado poder desconectar del trabajo pues nuestros dispositivos electrónicos nos permiten estar conectados a tiempo completo. Según los profesionales de Track People si queremos llevar una vida más sana, debemos aprender a gestionar el tiempo de forma que podamos alcanzar nuestras metas laborales, respetando los horarios establecidos, pero siendo responsables de darle la importancia que se merece el tiempo de descanso. Algunos consejos que pueden ayudar a gestionar mejor el tiempo laboral, son los siguientes:
- Definir los objetivos: Es importante distinguir entre todas las tareas que se deben realizar y lo que se aspira conseguir, dándole prioridad a aquellas que son más clave para el negocio y poner un plazo de finalización para las demás actividades.
- Hacer una lista de tareas pendientes según la prioridad: Un registro de actividades– de manera electrónica o en papel – es un hábito que te permitirá maximizar el tiempo y tener en mente con detalle los pendientes y acciones. Además, se recomienda estructurar la lista tomando en cuenta las prioridades de manera que resalten entre las demás y sean las primeras en ser atendidas.
- Planificar el día a día: Tomar 10 minutos antes de finalizar la jornada laboral para determinar los objetivos a cumplir la jornada siguiente a primera hora, puede ser una buena estrategia organizativa. Pues de este modo, se empezará el día siguiente con foco y determinación para cumplir todas las acciones priorizadas con anterioridad.
- Delegar tareas y confiar en el equipo: Cuando se es líder o se debe supervisar equipos de trabajo, asignar responsabilidades a los trabajadores resulta fundamental para poder enfocarse en realizar tareas que necesitan de una atención especial. Esto ayuda a que el equipo trabaje de una forma más armónica y agradable, pues a todos los profesionales les gusta que confíen en su capacidad y les proporcionen oportunidades para destacar. Para ello, es importante seleccionar a la persona adecuada según sus capacidades para llevar a cabo tareas específicas. Siempre debe tomarse en cuenta las fortalezas y debilidades de cada trabajador y asignar labores que pueda gestionar positivamente.
- Aprende a decir no: Para muchos profesionales, decir NO resulta muy complicado en ámbitos laborales. Por el contrario, prefieren asumir más carga de trabajo sin tener en cuenta el volumen de tareas a realizar o la capacidad para ejecutar esa solicitud correctamente. No se trata de evadir responsabilidades, sino de invertir el tiempo de la mejor forma y ser más productivos en lo ya establecido.
Para nadie es un secreto que la situación laboral en nuestro país es complicada y que hay muchos casos en los que es muy complicado salir de los espirales de problemas en el lugar de trabajo, por ello es tan importante cuidar de nosotros mismos y priorizar nuestra salud mental y física. Para ello es fundamental dedicar tiempo -preferiblemente con regularidad- a realizar actividades que se disfruten, como practicar yoga, trabajar en el jardín o leer. Los pasatiempos pueden ayudar a que las personas se relajen, y así podrán dejar de pensar en el trabajo y recargar energías desconectados de sus responsabilidades laborales.
El mejor de los escenarios es conseguir actividades que puedas hacer con tu pareja, familiares o amigos, como hacer una caminata, bailar, viajar, cocinar juntos. Lo importante es crear espacios de desconexión que permitan enfocarse en disfrutar de tiempo de calidad con seres queridos. La recreación y el descanso son fundamentales para la vida sana y aprender a poner límites que nos permitan gozar de nuevas experiencias o de rutinas más saludables, no es imposible, sólo debemos aprender a poner límites.
Los horarios laborales deben permitirnos cumplir con nuestras responsabilidades, de manera que cuando se termine la jornada, podamos enfocarnos en disfrutar del tiempo libre como queramos, pues fuera del trabajo nos espera la vida. Atender a la familia, compartir con amigos, hacer deporte y cualquier actividad que deseemos, debería poder hacerse sin tener que estar pegado al móvil para solventar algún problema laboral. El tiempo de descanso debe ser respetado, pero para eso, debemos ser más eficientes en la gestión del tiempo laboral.